Con tantos estímulos alrededor se ha complicado la dedicación exclusiva a la lectura, además, los textos rápidos y cortos a los que nos estamos acostumbrando con las redes sociales están debilitando nuestra capacidad de concentración.
Hemos buscado algunas estrategias que pueden ayudarte a mejorar tu velocidad de lectura, enfoque y comprensión:
Aumentar la velocidad de lectura
- Evita subvocalizar: Muchas personas leen pronunciando las palabras en su mente. Intenta dejar de hacerlo y, en su lugar, enfócate en captar las palabras visualmente.
- Usá un puntero o tu dedo: Pasar el dedo o un lápiz debajo de las palabras ayuda a guiar los ojos y evita regresiones innecesarias.
- Ampliá tu campo visual: En lugar de leer palabra por palabra, intenta captar grupos de palabras a la vez.
- Practicá con textos familiares: Leer textos que ya conoces ayuda a entrenar la velocidad sin perder comprensión.
Mejorar la comprensión lectora
- Hacé un resumen mental: Después de cada párrafo, pregúntate: “¿De qué trató esto?”
- Subrayá o toma notas: Escribir ideas clave ayuda a reforzar la memoria y el análisis.
- Relacioná con conocimientos previos: Vincular la nueva información con lo que ya sabés mejora la retención.
- Lee en bloques de significado: En lugar de centrarte en cada palabra, tratá de entender la idea global de una oración o párrafo.
Mantener el enfoque al leer
- Eliminá distracciones: Buscá siempre un lugar tranquilo, o usá audífonos.
- Lee en intervalos cortos: Usá la técnica Pomodoro (25 minutos de lectura, 5 minutos de descanso) para evitar fatiga mental.
- Asegurá una buena postura y luz: Un ambiente cómodo mejora la concentración.
- Hacé preguntas antes de leer: Preguntate qué esperás aprender del texto para leer con un propósito claro.