El aumento en el consumo de alcohol entre los adultos mayores en países desarrollados es una realidad en crecimiento y puede atribuirse a múltiples factores, tanto individuales como sociales, que surgen en la etapa de la jubilación o vejez.
-
Cambios en el estilo de vida tras la jubilación
Pérdida de estructura diaria: Al dejar de trabajar, muchas personas pierden una rutina establecida, lo que puede dar lugar a un vacío en el tiempo que llenan con actividades como beber.
Falta de propósito o metas: La jubilación puede generar una sensación de inutilidad o pérdida de propósito, llevando a algunos a buscar consuelo en el alcohol.
-
Aislamiento social y soledad
Pérdida de redes sociales: Muchas personas mayores pierden contacto con colegas laborales y amigos, lo que puede intensificar sentimientos de soledad.
Fallecimiento de seres queridos: La muerte de amigos o pareja puede generar un duelo prolongado que algunos enfrentan mediante el consumo de alcohol.
-
Factores emocionales y psicológicos
Depresión y ansiedad: Los cambios físicos, la percepción de deterioro de la salud y la falta de productividad pueden derivar en trastornos emocionales que aumentan el riesgo de abuso de sustancias.
-
Uso del alcohol para manejar el dolor físico o emocional
Dolor crónico: Muchos adultos mayores padecen condiciones médicas que generan dolor crónico, y el alcohol puede percibirse como una forma de “automedicación”.
Estrés por cambios en la salud: Enfrentar diagnósticos médicos serios puede llevar a un aumento en el consumo de alcohol para lidiar con la angustia.
-
Condiciones sociales o culturales específicas
Mayor tiempo libre: Con la jubilación, algunos adoptan patrones que habían evitado por responsabilidades laborales o familiares.
Rebeldía tardía: Algunos adultos mayores, especialmente aquellos que se restringieron en etapas tempranas de su vida, adoptan actitudes de “ahora o nunca”.
Estas realidades pueden pasarle a cualquiera, de ahí la importancia que siempre Vida Plena ha exteriorizado de promover una vejez más saludable y satisfactoria. Las personas tienen que planear con años de anticipación cómo quiere vivir su jubilación para evitar que alguna de estas estas condiciones le lleven por la dirección equivocada.